Esta ocurrencia está relacionada con las ventanas del salón de mi casa. Cada vez que llegaba a casa y veía esas ventanas tan tristes, pensaba que tenía que hacer algo. Comprar flores no, porque las cuidaba durante todo el invierno y cuando llegaba el verano, con el sol y el calor, se secaban. Así que pensé en la solución. Hacer flores de papel. No se mojarían porque están techadas. Perfecto, ahora tocaba mirar por internet. Estuve practicando un poco cómo hacer flores de origami y cuándo ya me solté un poco comencé a hacer muchas flores de colores.
Así de graciosas quedaron mis ventanas. He ahorrado en agua y sólo les quito el polvo de vez en cuando y lo mejor es que cuando vuelvo de vacaciones ahí siguen mis flores, alegrando mis ventanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario